Antes de iniciar el proceso de soldadura, se preparan las piezas a soldar, lo que puede incluir limpiar, cortar y dar forma a los materiales para cumplir con las especificaciones requeridas.

El brazo de la columna de soldadura se coloca cerca de la pieza de trabajo y la columna vertical se fija a una base o carro adecuado que le permite moverse a lo largo de la pieza de trabajo. La pluma (brazo) horizontal se extiende para alcanzar el área de soldadura deseada.

El equipo de soldadura, como un soplete o una pistola de soldar, está montado en el extremo del brazo horizontal. El tipo de equipo de soldadura utilizado depende del proceso de soldadura específico requerido para el trabajo.

El operador ajusta los movimientos de la pluma de la columna de soldadura mediante el panel de control, asegurando que el cabezal de soldadura esté alineado con precisión con la junta soldada. Esta alineación es crucial para lograr soldaduras consistentes y de alta calidad.

Una vez que la pluma de la columna de soldadura esté correctamente posicionada y alineada, comienza el proceso de soldadura. El equipo de soldadura realiza las soldaduras requeridas a medida que la pluma se mueve a lo largo de la junta o costura de soldadura.

A medida que avanza la soldadura, el operador puede ajustar los movimientos horizontales y verticales del brazo para mantener la posición y velocidad óptimas de soldadura. Este movimiento continuo garantiza un proceso de soldadura suave y continuo.

Durante el proceso de soldadura, el operador controla la calidad y los parámetros de la soldadura. Las modernas plumas de columna de soldadura pueden tener funciones integradas de inspección y control de calidad para detectar cualquier defecto o desviación de los estándares de soldadura deseados.

Después de completar el proceso de soldadura, se pueden realizar operaciones posteriores a la soldadura, como enfriamiento, limpieza e inspección de las soldaduras para garantizar que cumplan con los estándares requeridos.